Nuestro organismo necesita vitamina D, porque es esencial para la salud.
En el verano especialmente hay que tomar baños de Sol sin pantalla solar durante 20 minutos, (solo de esta manera tu cuerpo produce naturalmente la vitamina D).
Te animo a que tomes el sol de forma prudente (no al medio día) pero suficiente para permitir que su piel sintetice vitamina D y llenar así tus reservas.
Y es que el papel primordial de la vitamina D frente a multitud de dolencias y enfermedades está sobradamente demostrado, ayudándonos a protegernos de la gripe, prevenir las fracturas de la osteoporosis, diabetes, párkinson, depresión o reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, entre otros.
Está demostrado que un nivel bajo de vitamina D en niños incrementa el riesgo cardiovascular, o que los suplementos de vitamina D evitan que el cáncer de próstata se vuelva más agresivo. Por no hablar de la relación entre la falta de vitamina D y el riesgo de demencia o la relación causal que existe entre el déficit de vitamina D y la hipertensión.
En los meses de otoño, y si el médico lo prescribe se puede tomar un suplementos diario de Vitamina D que te garantice un nivel adecuado de cara a los meses más oscuros del año en los que la síntesis de vitamina D por exposición al sol es prácticamente nula.